Hubo un tiempo, entre finales de los ochenta y la primera mitad de los noventa, en que se puso de moda decorar las paredes con gotelé.
Era todo facilidades a la hora de disimular desperfectos en la pintura o en la propia pared, pero con el hándicap de que la suciedad se metía entre las gotas dificultando su limpieza, y de que las minúsculas sombras que se formaban restaban mucha claridad a la habitación.
Por increíble que parezca, todavía hoy queda algún que otro hogar con las paredes pintadas con esta "estrafalaria" y anticuada técnica.
Te contamos en unos sencillos pasos como eliminar tu mismo el gotelé de la pared, y de paso ahorrar un poco de dinero.
-En primer lugar, dedicaremos un rato a cubrir con plástico y cinta de carrocero los suelos, rodapies, enchufes, interruptores, marcos de puerta, marcos de ventana...
-Una vez tengamos todo cubierto y protegido, humedeceremos la pared con una esponja y abundante agua. Si disponemos de un pulverizador ahorraremos bastante tiempo.
-Después de esperar unos minutos a que la pared absorba el agua, empezaremos a rascar con una espátula. La capa de gotelé deberá desprenderse sin mucho esfuerzo. Si vemos que nos cuesta más trabajo de lo normal o notamos que la capa aún está muy seca, humedecemos un poco más la zona.
-Ahora viene quizá la parte que más tiempo y paciencia nos lleva.
Con una espátula un poco ancha, rellenaremos con masilla tipo Acuaplast todas aquellas imperfecciones que podamos tener, que seguro serán unas cuantas...
-Por último, lijaremos para igualar, alisar, y eliminar el Acuaplast sobrante.
Podemos utilizar pliego de lija, esponja, o máquina lijadora.
Una vez hayamos terminado, ya podemos pintar a gusto personal.
Esperamos que este pequeño post pueda servirte de ayuda.
Todo el material necesario podrás encontrarlo en cualquiera de nuestras tiendas, además de un trato y un asesoramiento más personalizado.